Domestic Church

04-12-2020Weekly ReflectionFr. John Sims Baker

As I pray more these days, I am seeing the pandemic as a path of purification from God. God is so good and amazing that He can use even the worst things for good. Just look at "Good" Friday!

Here is an example of what I mean. Even though the reason we are at home is not something that we would have chosen, the fact of being at home is having great effects. We are learning to be families again. We are learning to do all kinds of things together again, including praying! And this is very good.

The Church has always taught that the church begins at home. We call it the domestic church. But we tend to compartmentalize things and segregate church to Sunday, at most, and in a special building. But not now! The situation of the stay-at-home order is perfect for building up our homes as places where God is loved and served and where we love and serve each other. That is charity, the supreme virtue of the love of God and love of neighbor. Then our homes have become true temples!

We long to come together again as the big Church, but if we build up the little church of the home then the return will be even stronger. It is the way it's supposed to be! Praise God!

Faithfully,

Fr. Baker

Inglesia Doméstica

Mientras rezo más en estos días, veo la pandemia como una manera de Dios para purificarnos. Dios es tan bueno y sorprendente que puede usar incluso las peores cosas para el bien. ¡Solo pensemos en el Viernes "Santo"!

Aquí hay un ejemplo de lo que quiero decir. Aunque la razón por la que estamos en casa no es algo que hubiéramos elegido, el hecho de estar en casa está teniendo grandes efectos. Estamos aprendiendo a ser familias otra vez. ¡Estamos aprendiendo a hacer todo tipo de cosas juntos de nuevo, incluida la oración! Y esto es muy bueno.

La Iglesia siempre nos ha enseñado que la enseñanza comienza en casa. Lo llamamos la iglesia doméstica. Pero tendemos a fragmentar cosas y segregar la iglesia para el domingo solamente, e ir a la iglesia en un edificio especial. ¡Pero no ahora! La situación del orden de quedarse en casa es perfecta para construir nuestros hogares como lugares donde Dios es amado y servido y donde nos amamos y nos servimos mutuamente. Eso es caridad, la virtud suprema del amor de Dios y el amor al prójimo. ¡Entonces nuestras casas se han convertido en verdaderos templos!

Deseamos reunirnos nuevamente como la gran Iglesia que somos, pero si construimos muestra pequeña iglesia en el hogar, el recompensa será aún más grande. ¡Es como que debe ser! ¡Alabado sea el Señor!

Fielmente,

el P. Baker

BACK TO LIST