23rd Sunday of Ordinary Time

09-04-2022Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear Fellow Disciples, peace!

A decision to embrace discipleship for the Kingdom of God must be well thought through. We don’t decide to become disciples of Jesus under pressure. It is naive of us to decide without considering the consequences and implications. If we do so, disappointment will come for sure!

Both Gospel metaphors today illustrate the need and the importance of discernment before saying “yes” to discipleship. Jesus is demanding! We cannot say a half “yes” either.

Our decision for discipleship is for the whole life, no matter our state in life. It (our state in life) will only determine how we will follow Jesus.

We’ll need good lungs to run the race to the end. Stopping half way will look like the builder who interrupted the construction of his tower for lack of good planning. Giving up before starting will look like the general who negotiates peace before the war as he realizes his lack of forces to face the army coming against him.

The authentic disciple welcomes the invitation of Jesus, with its demands, and puts it in practice with perseverance.

Here at Saint Rose of Lima, in discerning our parish’s vision for the future in light of discipleship and, more concretely, of the Strategic Plan for the Parish, we need to exercise a lot of prayer and discernment as well.

Let us stay still before our Lord and God; Let us Pray as if everything depended on us and Trust as if everything depended on God” (St. Ignatius of Loyola); Let us work as hard as we can to make our discipleship, our unity and our church environment to reflect even more God’s presence in our community.

Queridos Compañeros Discípulos!

La decisión de abrazar el discipulado para el Reino de Dios debe de ser bien pensada. Nosotros no decidimos convertirnos en discípulos de Jesús bajo alguna presión. Es ingenuo de nuestra parte decidir sin tener en cuenta las consecuencias e implicaciones de este discipulado. ¡Si lo hacemos nos decepcionaremos con seguridad! Ambas metáforas del evangelio nos ilustran hoy la necesidad y la importancia del discernimiento antes de decir “sí” al discipulado. ¡Jesús es muy exigente! Tampoco podemos decir un “sí” a medias. Nuestra decisión por el discipulado es para toda la vida, sin importar nuestro estado de vida o vocación. Es (nuestro estado en vida) lo que determinará cómo seguiremos a Jesús.

Necesitaremos buenos pulmones para correr la carrera hasta el final. Detenerse a mitad de camino se verá como el constructor que interrumpió la construcción de su torre por falta de una buena planificación. Rendirse antes de comenzar se parecerá al general que negocia la paz antes de la guerra al darse cuenta de su falta de fuerzas para hacer frente al ejército que venía contra él. El auténtico discípulo acoge la invitación de Jesús, con sus exigencias, y las pone en práctica con perseverancia.

Aquí en Santa Rosa de Lima, al discernir la visión de nuestra parroquia para el futuro a la luz del discipulado en Cristo, y más concretamente, del Plan Estratégico de la Parroquia, necesitamos también ejercitar mucho la oración y el discernimiento. Quedémonos junto a nuestro Señor y Dios; “Oremos como si todo dependiera de nosotros y confiemos como si todo dependiera de Dios” (San Ignacio de Loyola). Trabajemos lo más duro que podamos para hacer que nuestro discipulado, nuestra unidad parroquial y el ambiente de nuestra iglesia reflejen aún más la voluntad de Dios y su presencia en nuestra comunidad.

 

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