Come Holy Spirit, Come

05-28-2023Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear Fellow Disciples, peace.

The Holy Spirit is the divine force (dunamis according to the Fathers of the Church) working in the life of the disciples of Jesus, in light of their mission. He manifested himself as the Spirit of courage, permitting the apostles to go forward; a Spirit of Wisdom who will empower them to speak boldly about the kingdom of God, in such a way to convince those who oppose it; a Spirit of discernment who will allow the to recognize and discern the way to go, the decision to make, and the time to act; a Spirit of Obedience, who will move them to submit to the Will of the Father, in all things and always, as Jesus, their master does, knowing that he will lead them to the Father. It all was true to them and is true to us, today's disciples.

Therefore, to celebrate Pentecost means to renew the commitment with the mission we received from Jesus. The Holy Spirit is given to each one of us to awaken in us a missionary ardor "to go and make disciples" in His name. "Breathe in me O Holy Spirit, that my thoughts may all be holy. Act in me O Holy Spirit, that my work, too, may be holy. Draw my heart O Holy Spirit, that I love but what is holy. Strengthen me O Holy Spirit, to defend all that is holy" (St. Augustine).

¡Ven Easpiritu Santo, Ven!

Queridos discípulos y discípulas, paz.

El Espíritu Santo es una fuerza divina (dunamis, de acuerdo con los Padres de la Iglesia) que obra en la vida de los discípulos de Jesus, en vista de su misión. El se manifiesta como Espíritu de valentía permitiendo a los apóstoles ir adelante en su misión; como Espíritu de Sabiduría dándoles el poder de hablar del Reino de Dios y de convencer a sus opositores; como Espíritu de discernimiento que les ayudará a reconocer y discernir el camino a seguir, las decisiones a tomar y tiempo de obrar; con Espíritu de obediencia que les guiará a someterse a voluntad del Padre, en todo y siempre, como Jesús su maestro lo hace, sabiendo que Él les guiará siempre al Padre. Todo eso es verdad para los disciples de entonces como también para nosotros, discípulos de hoy.

Por lo tanto, celebrar Pentecostés significa renovar nuestro compromiso con la misión que Jesus nos dejo. El Espíritu Santo es donado a cada uno para despertar en nosotros el ardor misionero de "ir y hacer discípulos". "Sopla en mi, oh Espíritu Santo, para que todos mis pensamientos sean santos. Actúa en mí, oh Espíritu Santo, para que también mi obrar sea santo. Atrae mi corazón, oh Espíritu Santo, para que yo ame siempre lo que sea santo. Fortaléceme, oh Espíritu Santo, para defender todo lo que es santo" (Sto. Agustin).

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