Do not work for food in the parishes rather work for the food that endures in eternal life. When we think about obtaining food, we think about the here and now. That means what we will eat as a way of nourishment, and suitable for consumption, while others think about what is in it.
Jesus today gives us an invitation for conversion. Conversion means moving from our old ways and getting closer to him. This weekend we have Jesus asking for those who saw the miracles and were fed, to stop looking for him because of the wrong reason. Rather than see what he is bringing, the desire for liberation that their parents longed for in the messiah.
He is inviting us to move away from the longing to see him. Rather, he is telling us, I am here, this is my body and this is my blood. The conversion he is calling us to is to see his real presence in our church, on our altar, in his body and blood. Look for me, yes, but find me here in the Tabernacle, where you can receive the food that endures forever.
May the Holy Spirit open our eyes and ears, to see him and hear him here in his church; so that we may bring him, to all who long for him.
No trabajen por el alimento en las parroquias, trabajen más bien por el alimento que permanece en la vida eterna. Cuando pensamos en obtener alimento, pensamos en el aquí y ahora. Eso significa lo que comeremos como una forma de nutrición y adecuado para el consumo, mientras que otros piensan en lo que hay en él.
Jesús hoy nos hace una invitación a la conversión. La conversión significa dejar nuestras viejas costumbres y acercarnos a él. Este fin de semana tenemos a Jesús pidiendo a quienes vieron los milagros y fueron alimentados, que dejen de buscarlo por la razón equivocada. En lugar de ver lo que trae, el deseo de liberación que sus padres anhelaban en el mesías.
Él nos invita a alejarnos del anhelo de verlo. Más bien, nos dice: estoy aquí, este es mi cuerpo y esta es mi sangre. La conversión a la que nos llama es ver su presencia real en nuestra iglesia, en nuestro altar, en su cuerpo y sangre. Buscadme, sí, pero encontradme aquí en el Sagrario, donde podéis recibir el alimento que perdura para siempre.
Que el Espíritu Santo nos abra los ojos y los oídos, para verlo y oírlo aquí en su iglesia; para que podamos llevarlo a todos los que lo anhelan.
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