To overcome enmity

02-19-2023Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear fellow disciples,

Jesus’ fundamental mission was to reconcile everything in His Person (cf. Col 1:20). Reconcile men with each other, and with the Father.

The tendency to live distanced from each other in hate and enmity is present among us since the beginning of humanity. The capacity of unity is not written in human nature. It must be learned through difficult, continuous, daily exercise. When you least pay attention, violence overcomes the human heart and vengeance inspires the cruelest acts in humanity.

The Sermon on the Mount sends a clear message against all of this to those willing to be disciples. Forgiveness and love towards our enemies are imperative attitudes for anyone willing to follow Jesus. Only those fake disciples will not realize that vengeance, enmity, and unforgiveness are incompatible with Christian discipleship.

The true disciples, with their struggles, strive to be compassionate, forgiving, and holy.

Then perfection is achievable, holiness is possible, evangelization through one’s life, and later with words, is doable. Let’s implore our Triune God to bless us with true holiness and give us the fortitude to witness the Gospel/Kingdom Values everywhere.

Vencer la enemistad

Queridos discípulos, paz.

La misión fundamental de Jesús era reconciliar todo en su Persona (cf. Col 1,20). Reconciliar a los hombres entre sí y con el Padre.

La tendencia a vivir distanciados unos de otros en el odio y la enemistad está presente entre nosotros desde el comienzo de la humanidad. La capacidad de unidad no está escrita en la naturaleza humana. Debe aprenderse a través del ejercicio diario, continuo y difícil. Cuando menos prestas atención, la violencia vence al corazón humano y la venganza inspira los actos más crueles de la humanidad.

El Sermón de la Montaña envía un mensaje claro en contra de todo esto a aquellos que están dispuestos a ser discípulos. El perdón y el amor a nuestros enemigos son actitudes imperativas para todo aquel que esté dispuesto a seguir a Jesús. Solo esos falsos discípulos no se darán cuenta de que la venganza, la enemistad y la falta de perdón son incompatibles con el discipulado cristiano.

Los verdaderos discípulos, con sus luchas, se esfuerzan por ser compasivos, perdonadores y santos.

Entonces es alcanzable la perfección, es posible la santidad, es factible la evangelización a través de la vida y luego con las palabras.

Imploremos a nuestro Dios Uno y Trino que nos bendiga con la verdadera santidad y nos dé la fortaleza para testimoniar los Valores del Evangelio/ Reino en todas partes.