Keep your lights burning bright and ready!

11-12-2023Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear Fellow Disciples, peace.

The parable of the ten virgins is a metaphor for the two kinds of disciples. The provident disciple prepares well for his/her encounter with the Lord, even though the day and the time of such an encounter are unknown. The disciples persevere in faithfulness to the Lord and solidarity with the needy. He is always ready to serve. He stays on this path even when it is difficult and long.

The disciple improvident is inconstant and lazy in his decisions. He keeps going back and forth in it. He alternates moments of enthusiasm in the practice of faith and goodness and others of discouragement and distance from the project of life embraced when he entered into discipleship. His inconsistency can bring frustration when the Lord encounters him in this moment of unfaithfulness.

Prudence warns us to be always prepared to encounter the Lord whenever He comes so that we can enter into the joys of His kingdom for eternity.

May the Holy Spirit empower us with fidelity and perseverance in the path of goodness and discipleship.

Mantenga Sus Luces Encendidas y Listas

Queridos discípulos, paz.

La parábola de las diez vírgenes es una metáfora de los dos tipos de discípulos. El discípulo providente se prepara bien para su encuentro con el Señor, aunque se desconozca el día y la hora de tal encuentro. El discípulo persevera en la fidelidad al Señor y la solidaridad con los necesitados. Él siempre está listo para servir. Él permanece en ese camino incluso cuando es difícil y largo.

El discípulo imprevisor es inconstante y perezoso en sus decisiones. Él sigue yendo y viniendo. Alterna momentos de entusiasmo en la práctica de la fe y del bien y otros de desánimo y distanciamiento del proyecto de vida que abrazó al entrar en el discipulado. Su inconsistencia puede traer frustración cuando el Señor lo encuentra en este momento de infidelidad.

La prudencia nos advierte que estemos siempre preparados para encontrarnos con el Señor cada vez que venga, para que podamos entrar en los gozos de su reino por la eternidad.

Que el Espíritu Santo nos capacite con fidelidad y perseverancia en el camino del bien y del discipulado.