Dear Fellow Disciples, Ave!
The Angel's greeting calls attention to a fundamental aspect of the person of Mary in the economy of salvation. Kecharitomene, full of God's grace. To be blessed, kecharitomene, has great importance if and because it is connected with her mission, given by God. The Father counted on her to be the mother of the Holy One, His Son. For that reason, He has prepared her since the day of her conception.
Only a heart full of God was ready to say "yes" and to fearlessly take up the mission until the end. Mary's answer - Behold the slave of the Lord - can be explained due to the work of grace in her. In fact, God's grace was the force moving and preparing her to abandon herself in God's hands. A total abandonment, with no taking or turning back, and to be available for whatever He would ask of her.
May the Holy Spirit help us to follow Mary's example of total abandonment in God's Holy Will.
Queridos discípulos, ¡Ave!
El saludo del ángel llama la atención sobre un aspecto fundamental de la persona de María en la economía de la salvación. Kecharitomene, llena de la gracia de Dios. Ser bendecida, kecharitomene, tiene gran importancia porque está relacionada con su misión, encomendada por Dios. El Padre contó con ella para ser madre del Santo, su Hijo. Por eso Él la ha preparado desde el día de su concepción.
Sólo un corazón lleno de Dios estaba dispuesto a decir "sí" y asumir sin miedo la misión hasta el final. La respuesta de María: -He aquí la esclava del Señor-, puede explicarse por la obra de la gracia en ella. De hecho, la gracia de Dios fue la fuerza que la movió y la preparó para abandonarse en las manos de Dios. Un abandono total, sin retorno ni vuelta atrás, y estar disponible para todo lo que Él le pidiera.
Que el Espíritu Santo nos ayude a seguir el ejemplo de María de abandono total en la Santa Voluntad de Dios.
BACK TO LIST